domingo, 23 de noviembre de 2014

Te preocupas demasiado

Levantarte por la mañana y sentir que la mejor opción era chasquear los dedos y desaparecer. Sentir que no tenias suficiente aire para respirar y poder sentirte libre. Libre como lo habias sentido ante, haciendo lo que te apetecía. Pero dicen que te tienes que centrar, que no puedes estar toda la vida de un lado a otro probando cosas. Que la especialización es la mejor manera de sobrevivir en este mundo. Pero tu apuestas por Darwin: No es la especie más fuerte la que sobrevive, sino la que mejor se adapta al cambio.
Y mientras esas palabras retumban en tu cabeza, sigues sintiendo las prisas de la gente, los empujones y atropellos de palabras. Sigues sintiendo que poca gente escucha. Que la rigidez es lo que se vive y se respira cada día.
Sentirse atrapada en un ambiente que supuestamente te debe corresponder. Dudas y más dudas. ¿Qué hacer? ¿Y si no es la decisión correcta? Pero luego, un cruce de cables, un pensamiento superheroe entre todos los demás te salva el día: Solo es una época, solo es una fase, solo es una oportunidad que ha llegado a tu vida. La has cogido, pero eso no quiere decir que no puedas soltarla cuando te apetezca.
Y es entonces cuando te pones lo pantalones, la primera camisa que encuentras y decides salir de tu gruta y  AGRADECER todas las experiencias que has vivido y que te quedan por vivir!

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